PARA EMPEZAR

Ahhhh, como me gusta sentarme alguna mañana, en un lindo café, a tomarme un latte (no importan los 37º C que hace afuera + el 85% de humedad que matan), acompañado de una que otra media lunita...... o muffin........o budín........ (mmm los placeres de la patisserie porteña!) y leer algo que me haga perder la noción del tiempo y de la realidad ruidosa de Buenos Aires.

Si bien lucho a diario con mi status de desempleada/ama de casa desesperada, soñando con un día de rutina laboral donde disfrute de hacer “lo que haya por hacer”; el tomarme este tiempo de paz es una libertad que seguramente extrañaría como loca.

Y así estamos, medio locas, las mujeres, que si tenemos el pelo liso, queremos alguna onda salvaje que nos saque de la monotonía, que si tenemos ondas salvajes, buscamos a toda costa productos que alisen el enredo, si está corto, no vemos la hora de sentirlo largo en la cintura, si lo tenemos largo, envidiamos esas caras preciosas a las que el pelo cortito les queda impresionante, pfffff!!!!!!!! y podría seguir con los tipos de cuerpo que soñamos y envidiamos pero sería meterme en el oscuro mundo de uno de mis peores karmas. Así que: let it be!

En reivindicación, dejo mis idas y vueltas y me decido hoy a hacer algo para enfrentar el tiempo libre que me persigue y hacer que cada minuto valga la pena sin entrar en responsabilidades adultas profesionales.

Entonces........... me busco un buen Starbucks (hola soy Andrea, soy adicta a Starbucks), latte en mano y mi nueva amiga Vogue en la mesa, me dispongo a escribir la primera entrada de mi blog de moda!

Que no los mate el suspenso como a mi la ansiedad, porque la primera entrada verdadera no será hoy, ah no, necesito tirar esto en la mesa y salir corriendo, esperar que lo lean y juntar de nuevo fuerzas para postear moda, tendencias y vida real de la gente que no se la pasa en las grandes casas de moda engordando recibos de tarjetas de crédito.

Por eso voy a seguir buscando diseñadores independientes que ofrezcan eso que te gustó y podés tener sin empeñar tu casa y tu esposo.

Ahora sí, gracias por tomarte el tiempo de leer el post y espero que tengas la valentía de regresar por más!